quarta-feira, abril 18, 2007

Encantamento

(a meus netos)

Voava a pomba perdida
sem encontrar o pombal,
via campos, verdes campos
em nenhum seu laranjal.

Ao longe o mar bramia
lutando com o pinhal
que segura as areias
das praias de Portugal.

Foge a pomba assustada
entre a montanha e o vale
procurando um ramo achar
longe de qualquer mal.

Já o dia se acabava
ouviu-se a trompa real,
era o príncipe herdeiro
e todo o seu arraial.

Parou a comitiva
bem junto ao roseiral
acenderam a fogueira
limparam espada e punhal.

– "Quem geme e baixo soluça
nem gente nem animal?"

– "Ai de mim que estou perdida
voar, voar para o laranjal…"

– "Pobre pomba branca e fria
que o meu peito te salve."

E o príncipe recolheu-a
perante o espanto geral.

Ao afagar-lhe a cabeça
encontrou duro sinal,
era um negro diamante
cravado a pedra e cal.

"Teus olhos choram por mim
ai pomba do meu pombal.
Vem, que te salvarei
serei teu servo leal".

E com os dentes quebrou
o encantamento fatal.

Cobriu-se o campo de flores
amadureceu o trigal
a pomba virou donzela
com coroa de laranjal.

Saltaram para o cavalo
ouviu-se a trompa real.
E em alegre convívio
chegou o conto ao final.

(Eugénia Tabosa, ?, Brasil
in Pedaços de mim)

sexta-feira, abril 13, 2007

La cólera de un viento

Dormir algunas veces cuesta mucho.
Lo digo por el whisky doble
y por los calcetines que preciso
y por cómo arrancaste mi foto de tu cuarto,
con aquella amargura en los labios crispados.
Desde entonces yo trato de imitarte:
pongo cara de cínica, troceo tu corbata,
y vuelvo indiferente la almohada.
Vano intento. Guardarte en un capítulo.
Como meter el mar en un pobre agujero.
Y aquí sigo en la playa, con mi pala, mi cubo...
tan sola ya, tan roto el uniforme...

(Ángeles Mora, 1952, Espanha
in "La guerra de los treinta años" - 1989)

La chica más suave

Perteneces -lo sabes- a esa raza estafada
que el dolor acaricia en los andenes.
Medio mundo de engaño conociste
y el resto fue mentira.
Has llegado hasta aquí
huyendo de mil días
que pasaron de largo.
Has llegado hasta aquí
para mostrar a todos tu inefable pirueta,
ridículo equilibrio,
ese nado a dos aguas,
piedra de escándalo,
ese triste espectáculo que ofreces,
esas gotas de miedo que salpican
tus insufribles lágrimas.
Aparta.

(Ángeles Mora, 1952, Espanha
in "La canción del olvido" - 1985)

quinta-feira, janeiro 04, 2007

Última entrevista

La última entrevista fue triste.
Yo esperaba una decisión imposible:
que me siguieras a una ciudad extraña
donde sólo se había perdido un submarino alemán
y tú esperabas que no te lo propusiera.
Con el vértigo de los suicidas
te dije: « Ven conmigo» sabiéndolo imposible
y tú -sabiéndolo imposible- respondiste:
«Nada se me perdió allí» y diste la conversación
por concluida. Me puse de pie
como quien cierra un libro
aunque sabía -lo supe siempre-
que ahora empezaba otro capítulo.
Iba a soñar contigo -en una ciudad extraña-,
donde sólo un viejo submarino alemán
se perdió.
Iba a escribirte cartas que no te enviaría
y tú, ibas a esperar mi regreso
-Penélope infiel- con ambigüedad,
sabiendo que mis cortos regresos
no serían definitivos. No soy Ulises. No conocí
Itaca. Todo lo que he perdido

(Cristina Peri Rossi, 1941, Uruguai
in "Inmovilidad de los barcos" - 1997)